14 dic 2022

Moda española: el color negro

El traje español fue el más prestigioso durante el siglo XVI, aunque tenía influencias extranjeras. La corte borgoñona era uno de sus principales referentes, algo muy vinculado a las bodas entre los hijos de los Reyes Católicos con los hijos de Maximiliano de Austria y María de Borgoña. Cuando Carlos I llegó a España en 1516, vestía a la alemana; colores vivos, cuchilladas, capa tudesca y mangas amplias. 

Sin embargo, a partir de 1530, surge un nuevo estilo que combina distintos elementos, como el gusto por el negro de la corte borgoñona, que será identificado en Europa como español. El emperador Carlos puso de moda el color negro, tendencia que alcanza su apogeo durante el reinado de Felipe II. De esta manera, la vestimenta española se alejaba de la colorida moda musulmana, favoreciendo un sentido de identidad nacional. El uso de esta tonalidad tenía una connotación político-religiosa: acentuar el carácter nacional y contrarreformista.

Gracias al palo de Campeche, proveniente de América, se pudo obtener un colorante que daba como resultado un negro más oscuro y brillante, denominado "ala de cuervo". 

Durante los reinados de Carlos I y de Felipe II, la moda española fue la más distinguida e imitada. Con la decadencia del Imperio, se difundieron las modas de las monarquías rivales, Francia e Inglaterra. La leyenda negra identificaría esta moda con la opresión y oscuridad, ignorando el esplendor del Barroco español. Sin embargo, el negro poco tenía que ver con la austeridad, pues era un tinte muy costoso. Así que el traje español oscuro se convirtió en un símbolo de lujo y prestigio.


Fuente:

Albaladejo Martínez, María, "Vestido y contrarreforma en la corte de Felipe II: las virtudes del traje femenino español a través de la literatura de Trento". Universidad Católica de San Antonio. Disponible: https://digitum.um.es/digitum/bitstream/10201/35710/1/Vestido%20y%20contrarreforma%20en%20la%20corte%20de%20Felipe%20II.%20%20Las%20virtudes%20del%20traje%20femenino...%20.pdf

Velasco Molpeceres, Ana (2021) "Historia de la moda en España: De la mantilla al bikini". Los Libros de la Catarata. Disponible: https://es.scribd.com/book/501822865/Historia-de-la-moda-en-Espana-De-la-mantilla-al-bikini


13 dic 2022

El verdugo en la moda española

Detalle de "Banquete de Herodes" de Pedro García de Benabarre

El verdugo, de origen español, surgió en la segunda mitad del siglo XV, provocando un cambio radical en la vestimenta femenina. Consistía en una falda armada con aros que daba apariencia de cono. Su origen se atribuye a la reina Juana de Portugal, esposa de Enrique IV de Castilla, quien en 1468 quedó embarazada de su maestresala. Mediante una falda armada podría disimular su vientre abultado. Esto se menciona en la Crónica de Enrique IV. Este diseño fue imitado por el resto de damas nobles españolas.

Diseño que constituye el antecedente de los utilizados en los siglos XVI y XVII, llamados verdugado y después guardainfantes (este solo era ancho, sin forma de campana). También del verdugate italiano, el vertugade francés y el farthingale inglés.

Esta moda castellana, que pronto se extendió por Aragón, tuvo al principio una enorme oposición: en Valladolid, por ejemplo, fue prohibida bajo pena de excomunión. Sin embargo, llegó a ser muy popular y apareció muchas veces en las cuentas de Isabel la Católica. Hay constancia de que en 1476 recibió a los embajadores de Borgoña con un brial de brocado carmesí y verdugado de cetí verde. Esta moda decayó en 1490 y se recuperó en el reinado de Carlos I.

Tuvo distintas versiones entre 1468 y 1492. Los briales eran decorados con aros exteriores que iban cosidos sobre la falda; además de dar forma al vestido, servían como adorno, pues eran forrados. Eran estrechos en la cintura y el diámetro de los aros se iba ampliando hasta llegar al suelo. 


Fuente:

Descalzo Lorenzo, Amalia (2017) Vestirse a la moda en la España moderna. Vínculos de Historia, núm. 6. Disponible: https://vinculosdehistoria.com/index.php/vinculos/article/view/vdh.v0i6.271

Velasco Molpeceres, Ana (2021) Historia de la moda en España: De la mantilla al bikini. Los Libros de la Catarata. Disponible: https://es.scribd.com/book/501822865/Historia-de-la-moda-en-Espana-De-la-mantilla-al-bikini

Margarita de Austria



Nacida el 10 de enero del año 1480, en Bruselas. Fue hija del archiduque Maximiliano de Austria (más tarde Sacro Emperador Romano) y de María de Borgoña. Fue bautizada en la catedral de Santa Gúdula, nombrada como su abuelastra, Margarita de York.

Primeros años
El 27 de marzo de 1482 murió María de Borgoña debido a un accidente de caballo. En ese mismo año, el 23 de diciembre, se firmó el Tratado de Arras entre Maximiliano de Austria y Luis XI de Francia. Se acordó el compromiso de la archiduquesa Margarita con el delfín Carlos (futuro Carlos VIII). Al siguiente año, Margarita abandonó su hogar para ser educada en Francia. Su formación quedó bajo la tutela de Ana de Beaujeu, una dama formidable e inteligente que ejerció como regente durante la minoría de edad de su hermano. En su corte se criaron otras niñas aristócratas, como Luisa de Saboya. 

Margarita de Austria con su hermano, Felipe

Sin embargo, las circunstancias políticas cambiaron en 1488, cuando una niña de nombre Ana heredó el ducado de Bretaña. Este territorio había causado problemas a Francia en el pasado y se temía que el ducado cayera en manos de algún enemigo. Maximiliano de Austria, ahora Rey de Romanos, intentó casarse con Ana de Bretaña. Por su parte, la duquesa veía la necesidad de esta unión, a fin de que Maximiliano la protegiera ante las pretensiones de Francia. Se casaron por poderes en diciembre de 1490. Pero la regente Ana de Beaujeu convenció a Carlos VIII de que repudiará su compromiso con la archiduquesa y buscará un enlace con la duquesa de Bretaña. En 1491, Francia invadió Bretaña, obligando a la duquesa a casarse con Carlos, anulando la unión con Maximiliano.

Margarita de Austria, de Jean Hey

Margarita fue enviada al castillo de Melun, donde permaneció dos años en soledad y abandono. Escribió una carta a la regente, Ana de Beaujeu, solicitando que no alejen a su amiga (cuyo nombre se desconoce):
Mi señora y querida tía: 
Siento que puedo protestar ante vos como ante quien deposito alguna esperanza en relación a mi prima, a quien desean apartar de mí, es todo lo que me queda del pasado y cuando la haya perdido no sé que podría hacer. Por tanto os ruego que extendáis vuestra mano para que ella no sea alejada de mí por el gran sufrimiento que ello me produciría.
Fue hasta 1493, con la firma del tratado de Senlis, cuando Margarita pudo regresar con su familia. Maximiliano renunció a sus pretensiones sobre el ducado de Borgoña y Francia devolvió la dote de Margarita (que incluía el Franco-Condado, Artois, Charolais, y Noyers). Margarita pasó los siguientes años perfeccionando su educación y formando parte de las fiestas en la corte de su hermano, Felipe de Austria.

Princesa de Asturias y Gerona
Ante el creciente poder de Francia, Maximiliano y los Reyes Católicos se unieron ante un enemigo común. Se arregló una alianza doble: Margarita se casaría con el príncipe Juan, heredero de Isabel y Fernando; Felipe tomaría como esposa a la infanta Juana. Se acordó que ninguna de las novias llevaría dote, aunque recibirían un generoso estipendio de sus futuros esposos. El 5 de noviembre de 1495 tuvo lugar la boda por poderes entre Margarita y Juan.

Retrato de Felipe de Austria y Margarita, de Pieter van Coninxloo

Margarita partió a España a inicios de 1497. La misma flota que llevó a la infanta Juana a Países Bajos, conduciría a la archiduquesa a los reinos hispánicos. Fue un viaje difícil debido al mal tiempo. La tormenta estuvo a punto de hundir el barco. Se cuenta que Margarita escribió un mensaje, en caso de morir en el viaje:

Aquí yace Margarita
¡Infeliz ella!
pues, dos veces casada,
murió doncella

El 6 de marzo, llegó sana y salva a Santander. El casamiento tuvo lugar en abril en Burgos. Margarita causó una gran impresión en la corte castellana. Pedro Mártir de Anglería comparó su belleza con la de Venus. El mismo cronista hace referencia a la reacción que Margarita provocó en el príncipe: "Tan pronto como transcurren los días santos, nuestro mancebo, que arde en amor, consigue suplicante de sus padres que se le franquee el lecho conyugal". Su suegra, la reina Isabel, la colmó de regalos. Una fila de 120 mulas cargaban los presentes: vajillas, telas preciosas, vestidos, joyas, zapatos, abrigos, perfumes e instrumentos musicales. Las damas de su cortejo recibieron "360 varas de telas de seda para vestidos". 

El 13 de junio, los reyes y los príncipes se encontraban en Medina del Campo. Desde este lugar, Pedro Mártir de Anglería escribió al cardenal de Santa Cruz:
Preso en el amor de la doncella, ya está demasiado pálido nuestro joven príncipe. Los médicos, juntamente con el rey, aconsejan a la reina que alguna vez que otra aparte a Margarita del lado del príncipe, que los separe y les de treguas alegando que la cópula tan frecuente constituye un peligro para el príncipe, una y otra vez la ponen sobre aviso para que observe cómo se va quedando chupado y la tristeza de su porte; y anuncian a la reina que, a juicio suyo, se le pueden reblandecer las médulas y debilitar el estómago [...] Responde la reina que no es conveniente que los hombres separen a quienes Dios unió con el vínculo conyugal.
La lozanía de Margarita contrastaba con la fragilidad de su marido. Mientras los Reyes Católicos se encontraban en los festejos por el matrimonio de su hija mayor, Isabel de Aragón, con el rey de Portugal, recibieron la noticia de que Juan estaba enfermo. El rey Fernando viajó hasta Salamanca, donde se encontraban los príncipes. Cuando llegó, se encontró con que su hijo estaba agonizando; Juan de Aragón falleció el 4 de octubre. Dejó embarazada a su esposa, quien dio a luz a una niña que nació muerta. No volvió a concebir. Así terminó el breve y apasionado matrimonio de Margarita.

Maximiliano quería que su hija regresará a casa, mientras que Isabel y Fernando estaban interesados en que permaneciera en España. Temían que Margarita fuera casada con el nuevo rey de Francia, Luis XII. Además, Maximiliano no podía costear el viaje de regreso de manera que fuera seguro (cruzar por Francia no era opción). De esta manera, Margarita permaneció en España dos años más. Durante ese tiempo aprendió castellano. Un viajero informó que la escuchó hablar en un "español excelente" con el cardenal de Aragón, durante una visita de este en 1517. La reina de Inglaterra, Elizabeth de York, y su suegra, Margaret Beaufort, enviaron cartas pidiendo que Catalina aprendiera francés de su cuñada Margarita. 

Margarita partió de España a inicios de 1499. Su padre se encontraba en buenos términos con Luis XII, así que el viaje se hizo por tierra. La archiduquesa llegó a Gante el 4 de marzo de 1500. Poco después, el 24 de febrero, Juana dio a luz al futuro emperador Carlos V. Margarita actuó como madrina, junto con Margarita de York. 

Duquesa de Saboya
Margarita no estaba demasiado entusiasmada con un nuevo matrimonio, aunque expresó predilección por Filiberto de Saboya. El contrato de esponsales se firmó el 26 de septiembre de 1501. El archiduque Felipe le otorgó una dote de 300.000 monedas de oro, a cambio, Margarita tuvo que renunciar a su herencia materna. Tras haber estado destinada a ser reina de Francia y después reina de España, ahora se hallaba convertida en duquesa. Partió de Bruselas el 21 de octubre de 1501. 

En Bourg en Bresse, los duques fueron recibidos con júbilo. Margarita portaba la corona ducal sobre sus cabellos rubios. En los bordes de su vestido de terciopelo escarlata se habían bordado las armas de Saboya y las de Borgoña.

Margarita, como hábil política, fue mermando la influencia del medio hermano de su esposo, René. Consiguió que sus bienes fueran confiscados y que su acta de legitimación fuera revocada. Margarita era respetada por su marido y querida por la familia de este. Lamentablemente, Margarita volvió a adoptar el luto. Filiberto falleció el 10 de septiembre de 1504. Se dice que la duquesa estaba tan desconsolada que intentó arrojarse por una ventana. 


Regente de los Países Bajos
Felipe de Austria falleció en 1506. No solo era necesario que alguien se hiciera cargo del gobierno de Países Bajos, sino también de la tutela de los hijos de Juana y Felipe. En julio de 1507, Margarita entró a Malinas como gobernadora y regente en nombre de su sobrino Carlos. No era fácil gobernar Flandes, ya que no se trataba de un país homogéneo, sino un conjunto de diecisiete provincias.

La archiduquesa estableció su corte en Malinas, un lugar agradable que transformó en un verdadero centro cultural. La regente fue una destacada mecenas de las artes y reunió una amplia colección de pinturas y manuscritos. Erasmo fue una de tantas figuras excepcionales que residió en su corte. Era el ambiente apropiado para que sus sobrinos crecieran. Margarita no tuvo hijos propios, pero fue una verdadera madre para Carlos y sus hermanas. No solo cuidaba y supervisaba la educación de sus sobrinos. También recibía a distintos jóvenes en su corte. Una de esas jóvenes fue Ana Bolena, quien más tarde sería reina de Inglaterra.

Margarita era una gobernadora competente y con buen juicio. Tuvo una extensa correspondencia con su padre, por lo cual se mantenían informados uno al otro. Su encanto y diplomacia fueron de gran ayuda en su gobierno. Ella representaba la voz de la razón y la concordia. Recibía cartas de Francia, España e Inglaterra solicitando su intervención. Mantenía relaciones cordiales con este último país, incluso hubo rumores de que Margarita se casaría con el favorito de Enrique VIII, Charles Brandon. A sus treinta y cinco años, Margarita seguía siendo una mujer hermosa, elegante y de modales encantadores. 

Margarita se mostró preocupada por el futuro de sus sobrinas. Cuando María e Isabel escribieron a su tía para expresarle sus inquietudes respecto a sus matrimonios, Margarita transmitía estas quejas a su padre. El emperador respondió: "Escribís  que vuestras sobrinas e hijas Isabel y María han  sido mal servidas en sus matrimonios, lo cual nos  ha producido gran sorpresa ya que habíamos creído  y trabajado en estos matrimonios con Hungría y Dinamarca desde hace tiempo… Me gustaría saber  en qué y cuándo nos equivocamos…". Para el emperador, los sentimientos de sus nietas no eran tomados en cuenta. Margarita se opuso a la posible boda entre Leonor y el rey de Polonia o el de Francia, debido a la diferencia de edad. Tampoco estuvo muy de acuerdo con el enlace entre Isabel y el rey de Dinamarca.

En 1514, los Estados Generales le recordaron a Maximiliano que Carlos pronto cumpliría los quince años y propusieron cesar la regencia de Margarita. El emperador estuvo de acuerdo e hizo arreglos con el asesor de Carlos, Guillermo de Croy, señor de Chievres. Este hombre era hostil a Margarita y su política se inclinaba por Francia. El 8 de enero de 1515, Carlos pronunció un discurso en el que ni siquiera mencionó a su tía, quien había ejercido como regente durante ocho años. Margarita tuvo que soportar la ingratitud tanto de Carlos como de su padre. Para colmo, fue acusada de avaricia y lucro personal. El 20 de agosto de  1516, Margarita escribió un memorando en defensa  de su gobierno y administración, probando que no había gastado el dinero de su sobrino. Carlos reconoció públicamente que su tía no era culpable de ningún cargo de mala administración. 

Carlos de Austria partió hacia España en 1517. Ahora con más deberes encima, el joven monarca se dio cuenta de cuánto necesitaba a su tía. En julio de 1518, Carlos publicó un edicto en el que reconoce el buen gobierno de Margarita durante su minoría de edad, suplicando que continúe haciéndolo como antaño. La archiduquesa también intervino en conspiraciones que aseguraran el trono imperial a su sobrino. Con diálogo y sobornos, Carlos consiguió ceñirse la corona imperial en 1520.

La Paz de las Damas
El 24 de febrero de 1525 tuvo lugar la batalla de Pavía entre las tropas de Carlos V y las de Francisco I de Francia. Fue una victoria para el Imperio, pues además el rey de Francia había caído prisionero. En enero de 1526 se llegó a un acuerdo; Francisco se casaría con la hermana mayor del emperador, Leonor, quien aportaría una dote de 200.000 coronas de oro y las tierras de Maçon, Auxierre y Bar sur Seine.El rey francés renunciaría a todo derecho sobre Nápoles, Génova, Milán y Asti. También al ducado de Borgoña, que Carlos consideraba su legítima herencia. Como garantía, Francisco debía enviar a sus dos hijos como rehenes. Sin embargo, el rey francés no tenía intención de cumplir con el acuerdo. Las guerras entre el emperador y Francisco resultaban desgastantes para sus respectivos países. Y ninguno de ellos parecía llegar a un entendimiento. Es entonces cuando intervienen dos damas: Margarita de Austria y Luisa de Saboya, madre de Francisco I.

Luisa envió a su secretario, Gilberto Bayard, a la corte de Malinas. Más tarde Luisa envió la propuesta por parte de Francia y Margarita la comunicó al emperador.

La Paz de Cambrai representada por Francisco Jover y Casanova

Se reunieron el 5 de agosto de 1529 en Cambrai. Mediante el acuerdo al que llegaron, Carlos debía renunciar al ducado de Borgoña y Francisco a Milán, Génova, Nápoles y al vasallaje de Artois y Flandes. El rescate de los hijos de Francisco I se fijó en dos millones de escudos de oro. Y contraería matrimonio con Leonor de Austria. 

Últimos años
Después de tantos años de gobierno, Margarita ya se mostraba cansada. En 1527, escribió a la superiora de un convento en Brujas, anunciando su intención de ingresar. El 15 de noviembre de 1530, la regente no se encontraba bien. Ese día, Margarita se cortó el pie con un trozo de vidrio. Parecía un corte superficial, pero luego se infectó y se habló de cortarle la pierna. El 30 de noviembre, con el fin de operarla, le suministraron una dosis de opio. Fue una cantidad tan grande que ya no despertó.


Antes de morir, Margarita redactó una carta en la que nombra heredero universal a su sobrino Carlos y le recomienda que haga las paces con Francia e Inglaterra. Semanas más tarde, sus restos fueron llevados a la iglesia de San Pedro y San Pablo. Su protegido, el humanista Cornelio Agrippa, leyó el sermón durante la misa. La muerte de la archiduquesa afectó el ánimo del emperador, quien ahora se veía privado de quien no solo fue su mejor consejera, sino también lo más cercano a una madre. Hasta dos después, sus restos fueron llevados al mausoleo de Brou, encargado por ella misma años antes. Fue sepultada junto al duque de Saboya.


Fuentes
García García, Bernardo J. «Margarita de Austria» en Real Academia de la Historia, Diccionario Biográfico electrónico, https://dbe.rah.es/biografias/11268/margarita-de-austria

Márquez de la Plata, Vicenta (2019) Las damas más inteligentes del siglo XVI. Casiopea. Disponible: https://es.scribd.com/book/401304699/Las-damas-mas-inteligentes-del-siglo-XVI

Pérez Priego, M. (2014) "Historia y literatura en torno al príncipe D. Juan, la «Representación sobre el poder del Amor» de Juan del Encina", Alicante: Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. Disponible: https://www.cervantesvirtual.com/nd/ark:/59851/bmctt6f4

Tupu Ylä-Anttila (2019), "Habsburg female regents in the early 16th century". Doctoral dissertation, University of Helsinki. Disponible: https://helda.helsinki.fi/bitstream/handle/10138/307398/HABSBURG.pdf?sequence=1&isAllowed=y


2 oct 2022

María de Toledo, Virreina de las Indias

Se desconoce la fecha exacta de su nacimiento, pero se sabe que fue alrededor de 1490. Su padre, Fernando Álvarez de Toledo, era Comendador mayor de León, señor de Villorias y Halconero mayor del rey Fernando II. Su madre fue María Rojas y Pereira.

María de Toledo era sobrina del segundo duque de Alba (quien a su vez era primo hermano de Fernando II). Fue el duque quien consiguió permiso real para que María se casará con Diego Colón en 1508. Tras el casamiento, el duque de Alba intercedió ante el rey por el esposo de su sobrina. En ese mismo año empiezan los famosos Pleitos Colombinos, por los cuales la familia de Cristóbal Colón reclamó los privilegios obtenidos por el descubridor, fallecido en 1506. Sin duda, la posición de Diego se vio fortalecida por su enlace con María Toledo; el 8 de agosto fue nombrado gobernador de las Indias por el rey Fernando, aunque sin título de virrey. El rey también agregó que el nombramiento sería durante "el tiempo que mi merced e voluntad fuere". Diego no quedó satisfecho, pues consideraba que el cargo le correspondía a perpetuidad, e inició un pleito contra la Corona que duraría toda su vida y sería continuado por su esposa. Fray Bartolomé de las Casas nos proporciona una descripción de Diego Colón, a quien conoció muy bien:

Fue persona de gran estatura, como su padre, gentil hombre y los miembros bien proporcionados, el rostro luengo y la cabeza empinada, y que representaba tener persona de señor y de autoridad. Era muy bien acondicionado y de buenas entrañas, más simple que recatado ni malicioso; medianamente bien hablado, devoto y temeroso de Dios y amigo de religiosos, de los de San Francisco en especial, como lo era su padre, aunque ninguno de otra orden se pudiera dél quejar y mucho menos los de Santo Domingo. Temía mucho de errar en la gobernación que tenía a su cargo; encomendábase mucho a Dios, suplicándole lo alumbrase para hacer lo que era obligado.
Diego Colón

Después del nombramiento, María viajó junto con su esposo al Nuevo Mundo, siendo una de las primeras personas de la alta nobleza que atravesaba el Atlántico. Iba acompañada por un grupo de damas, formando así una pequeña corte en la capital de las Indias; de hecho, ella se encargó de trasladar el boato de la corte castellana a las Indias. 

Partieron de Sanlúcar de Barrameda un 3 de junio de 1509 y llegaron al puerto de Santo Domingo el 9 de julio. En la flota viajaban sus tíos, Bartolomé y Diego, su hermano, Hernando, y su esposa. La llegada del nuevo gobernador fue recibida con grandes fiestas y alegría, pero días después, la ciudad fue azotada por un terrible huracán.

Una de las primeras acciones de Diego fue destituir a Nicolás Ovando como gobernador y a su gente. El 5 de mayo de 1511, Diego fue reconocido como virrey de las Indias. En 1515, Diego se vio obligado a viajar a Castilla, resultando una ausencia de cinco años,  “dejando a su mujer doña María de Toledo, matrona de gran merecimiento con dos hijas en esta isla. Entretanto, quedaron a su placer los jueces y oficiales, mandando y gozando de la isla, y no dejaron de hacer algunas molestias y desvergüenzas a la casa del Almirante, no teniendo miramiento en muchas cosas a la dignidad, persona y linaje de la dicha señora Doña María de Toledo”, cuenta Las Casas. No fue una tarea fácil, pues tuvo que enfrentarse a los partidarios del anterior gobernador, Ovando.

En 1518, María hizo un breve viaje a Sevilla, donde se reunió con su marido. En noviembre de 1519, bautizaron a su hija María en la parroquia del Salvador de Sevilla. De este matrimonio nacieron siete hijos: Felipa, María, Juana, Isabel, Luis, Cristóbal y Diego. En 1520, Diego Colón regresó a las Indias, pero tres años después el emperador Carlos lo obligó a regresar a España. 

Alcázar de Colón en Santo Domingo

Diego falleció en 1526. Su testamento fue abierto el 2 de mayo de ese año, en cual nombraba albacea a la virreina, a Juan de Villoria y al dominico fray Domingo de Betanzos. Además, su viuda quedaba como tutora de sus hijos y usufructuaria de los bienes. En 1530, María viajó a España con el fin de proseguir con los Pleitos iniciados por su marido. En los meses siguientes casó a su hija Isabel con Jorge de Portugal, quien contaba con el cargo vitalicio de alcaide de los Reales Alcázares y conde de Gelves. María permaneció catorce años en España, defendiendo los derechos de sus hijos. 

En 1536, las partes se sometieron al laudo dictado por el obispo García de Loaysa, presidente del Consejo de Indias, y de Gaspar de Montoya, Consejero de Castilla. Se confirmó el cargo de almirante a perpetuidad para los Colón, pero suprimiendo el de virrey y gobernador de las Indias. También se otorgó a perpetuidad el cargo de alguacil mayor de Santo Domingo. Se constituyó el señorío colombino con el marquesado de Jamaica (con jurisdicción en toda la isla) y el ducado de Veragua (con veinticinco leguas cuadradas en dicho territorio). Se concedieron 10.000 ducados en rentas anuales a los Colón y una renta anual de 500.000 maravedís a las hermanas del ahora almirante Luis Colón, María y Juana. Para el menor de los hermanos, Diego Colón, se otorgó el hábito en la Orden de Santiago y fue nombrado paje del futuro Felipe II.

Después de que se emitió el laudo, María se encargó de que los restos de su marido y su suegro fuesen trasladados a Santo Domingo. No está claro si le fueron entregados desde 1536 o si fue hasta 1544, cuando regresó a las Indias. Lo cierto es que ella realizó todos los trámites, con el fin de cumplir con las cláusulas del testamento de su esposo. La familia Colón obtuvo del rey una concesión de la capilla mayor de la Catedral de Santo Domingo para enterramiento perpetuo del descubridor y sus sucesores.

En 1544, después de catorce años, regresó a Santo Domingo, donde María encontró que su hacienda había sufrido robos. Murió el 11 de mayo 1549 en Santo Domingo. Fue enterrada en la capilla mayor de la catedral dominicana. Ordenó que su cuerpo fuera enterrado con el hábito de San Francisco y no en la misma sepultura de Diego, sino debajo de él, en el suelo de la capilla. Pidió una sepultura llana y sin fausto. 


Fuentes:

Arranz Márquez, L., María de Toledo y Rojas, en Real Academia de la Historia, disponible: https://dbe.rah.es/biografias/35548/maria-de-toledo-y-rojas

Marquez de la Plata, V. (2018) Damas ilustres en la historia de España, disponible: https://books.google.com.mx/books?id=GgmMDwAAQBAJ&lpg=PP1&dq=Vicenta%20M%C3%A1rquez%20de%20la%20Plata&pg=PP42#v=onepage&q&f=false

Maura, J. (2002) Adelantadas, virreinas y aventureras en los primeros años de la conquista de América, disponible: https://parnaseo.uv.es/Lemir/Revista/Revista6/Maura/Maura.htm




28 sept 2022

Sultana Hurrem

"La sultana Rossa", de Tiziano

Fue la única esposa legítima de Solimán el Magnífico. Probablemente nacida en el oeste de Ucrania, en ese entonces, parte del reino de Polonia. Según la tradición polaca, su nombre era Aleksandra Lisowska, hija de un sacerdote ruteno, y capturada por asaltantes tártaros en Rohatyn. Probablemente nacida en 1505. La autora Yermolenko menciona una antigua canción popular, perteneciente a la región de Bucovina que cuenta la historia de una hermosa joven, Nastusenka (diminutivo de Anastasia), secuestrada por los tártaros y vendida al harén turco. La autora también hace referencia a una de las primeras canciones populares de Ucrania (las dumas), que relata la historia de Marusia de Bohuslav; era la hija de un sacerdote ortodoxo que terminó en el harén de un Pasha. En un Sábado Santo, Marusia libera a 700 cosacos ucranianos. Su nombre turco era Hurrem, pero en Europa era conocida como Roxelana, término polaco que significaba "doncella rutena".

Se desconoce con exactitud cuando llegó al harén, pero probablemente se convirtió en concubina justo antes o durante el primer año del sultanato de Solimán, posiblemente presentada como regalo por motivo de su ascenso en 1520. 

Solimán (1530) por Tiziano

Solimán había seguido el precedente de sus antepasados de tomar varias concubinas. Pero en algún momento de la década de 1520, renunció a sus demás parejas sexuales. Durante estos años, los embajadores hacen hincapié en la fidelidad del sultán y en su devoción por Hurrem; una vez que la conoció, se volvió prácticamente monógamo, algo inaudito en la historia otomana. Se conservan numerosas cartas poéticas en las que Solimán manifiesta su amor por Hurrem. Dedicó poemas a su amada, bajo el seudónimo de Muhibbi, entre ellos el siguiente:

"Trono de mi mihrab solitario, mi bien, mi amor, mi luna / Mi amiga más sincera, mi confidente, mi propia existencia, mi sultana, mi único amor / La más bella de las bellas… /Mi primavera, mi amada de cara alegre, mi luz del día, mi corazón, mi hoja risueña… /Mi flor, mi dulce, mi rosa, la única que no me turba en este mundo… /Mi Estambul, mi Caraman, la tierra de mi Anatolia /Mi Badakhshan, mi Bagdad y mi Khorasan /Mi mujer de hermosos cabellos, mi amada de ceja curvada, mi amada de ojos peligrosos…/ Cantaré tus virtudes siempre/ Yo, el amante de corazón atormentado, Muhibbi con los ojos desbordados de lágrimas, yo soy feliz"

Roxelana y el sultán (1780) por Anton Hickel

En 1526, el embajador Bragadin declaró que el sultán ya no prestaba atención a Mahidevran, la madre de su primogénito, pues concentraba todo su afecto en Hurrem. De acuerdo con el embajador Bernardo Navagero, Hurrem era tan amada por el sultán, que nunca hubo en la Casa otomana una mujer que gozará de mayor autoridad. La describe como agradable, modesta y conocedora de la naturaleza del sultán. Relata que cuando esta ganó el favor de Solimán, Mahidevran, a quien se refiere como "la circasiana", insultó y agredió físicamente a la nueva favorita. Le arruinó la cara y el cabello con tal de que no fuese presentada al sultán, pero Solimán con mayor razón quiso que Hurrem se presentará ante él. La joven rusa le contó lo sucedido con la madre de Mustafa, acompañando sus palabras con lágrimas. El sultán, enojado, enfrentó a "la circasiana", quien reconoció lo que había hecho, pues consideraba que todas las mujeres debían ceder ante ella y reconocerla como señora. Después de este episodio, Solimán dejo de estimar a Mahidevran y dio todo su amor a Hurrem. 

Hay una serie de ficción que presenta a Mahidevran cohabitando con el sultán, incluso cuando ya tiene un hijo. Esto es errado, pues para cuando Mustafa nació, Mahidevran ya no podía regresar al lecho del sultán; su rol era como madre del príncipe. Fue con Hurrem con quien Solimán rompió la tradición.

Según un relato de Bragadin, cuando el sultán recibió como regalo dos doncellas rusas, Hurrem se entristeció enormemente. Ambas fueron enviadas como esposas a unos sanjak-bey. De hecho, casi todas las concubinas elegibles del harén fueron casadas con funcionarios.

El harén se regía por la regla de un hijo por cada concubina; una vez que alguna daba a luz un varón, no volvía a tener relaciones sexuales con el sultán. Regla que Solimán rompió con Hurrem.

  • Mehmed (1521), hijo mayor de Hurrem. Enviado a la provincia de Manisa. Se cree que era el hijo preferido del sultán.
  • Mihrimah (1522), única hija de Hurrem. Se casó con Rustem Pasha. Más tarde ejercería como Valide Sultan, durante el mandato de su hermano Selim. 
  • Abdullah (1522) fallecido en la niñez.
  • Selim (1524), ascendió al trono en 1566 como Selim II.
  • Bayaceto (1525), ejecutado por orden de Solimán
Bayaceto y el sultán Solimán
  • Cihangir (1531), nació con un problema en la columna, por lo cual no pudo gobernar una provincia. 

En 1533, Mahidrevan fue enviada junto con su hijo Mustafa a la provincia de Manisa. Es falso que Mahidevran haya sido exiliada; lo inusual era la presencia de Hurrem en la capital. De acuerdo con la tradición, las concubinas no permanecían en la capital; cuando sus hijos cumplían la mayoría de edad y eran enviados a una provincia, ellas partían con ellos.  Hurrem no acompañó a su hijo mayor, Mehmed, cuando fue enviado como gobernador a Manisa en 1542, ni a ninguno de sus hijos, aunque sí los visitaba en sus provincias. Es probable que Hurrem permaneciera en la capital debido a los problemas de salud de Cihangir, quien no pudo recibir una provincia debido a su enfermedad.


¿Cómo era Roxelana?

El mayor inconveniente a la hora de estudiar la biografía de Hurrem, es que hay muy poca información sobre ella. El harén era inaccesible tanto para otomanos como extranjeros. Incluso el famoso retrato de Tiziano es una representación imaginaria. Sin embargo, estos retratos podrían no estar tan alejados de la realidad, ya que, los emisarios extranjeros contaban con redes de información en las distintas cortes. Cabe la posibilidad de que alguno de estos embajadores obtuviera una descripción de Hurrem por parte de algún eunuco. Generalmente es presentada como una mujer de facciones delicadas, tez blanca y cabello rojizo, que eran considerados rasgos típicos de Ucrania.

A pesar de que la leyenda en torno a Roxelana ensalza su belleza, los informes de embajadores sostienen que no era particularmente hermosa. El embajador Bragadin la describió como "joven, pero no hermosa, aunque elegante y pequeña". Se hace hincapié en su personalidad alegre, juguetona y modesta. No por nada su nombre otomano, Hurrem, significa "alegre". 


Hurrem haseki

Fue, probablemente en 1534, cuando Solimán se casó con Hurrem, rompiendo con dos siglos de tradición. El genovés Giovanni Menavino, quien estuvo en la corte otomana, señaló que "ni este sultán ni ninguno de sus antepasados ha tomado nunca esposa". Los gobernantes otomanos no contraían matrimonio legal; perpetuaban la dinastía a través del concubinato con esclavas. No se tiene certeza de la fecha del matrimonio. El embajador veneciano Ludovici menciona junio de 1534. Se ha sugerido que el matrimonio no pudo tener lugar antes de marzo de ese año, cuando murió la madre de Solimán. Sin embargo, tampoco podemos asumir que Hafsa se habría opuesto a la unión; después de todo, contrario a lo que se muestra en la ficción, la madre sultana se llevaba bien con Hurrem.

Hurrem ante la madre del sultán, escenas de serie "Roxelana" (1996-2003)

Además del matrimonio legal con una concubina, otro evento innovador del reinado de Solimán fue la creación de un estatus único para Hurrem: el título de haseki. Para darnos una idea del prestigio de este nuevo estatus, Hurrem recibía un estipendio de 2.000 aspers por día, mientras que cuando Solimán aún era príncipe, su madre cobraba 200 aspers al día. La gente común se mostraba preocupada por ese apego persistente del sultán por una mujer. Tal era el amor de Solimán por ella, que el pueblo pensaba que había sido hechizado por Hurrem, a quien llamaban Ziadi (que significa bruja). Ella y sus hijos eran impopulares entre los jenízaros y toda la corte.

Hurrem y sus hijos se mudaron al palacio de Topkapi, otro hecho sin precedentes, como informa el embajador Ludovici en 1534. Con la presencia de la haseki en la capital, Hurrem se convirtió en la confidente política del sultán. Las cartas que escribió a Solimán durante las campañas militares, lejos de Estambul, son una valiosa fuente de información. Es un papel que ya había desempeñado Hafsa; tras la batalla de Mohacs, Solimán escribió personalmente a su madre para informarle de la victoria. 

Sin embargo, en los primeros años de su gobierno, es poco probable que Solimán confiará en Hurrem, debido a su falta de dominio del turco. Las primeras cartas de Hurrem son escritas en un estilo formal y elegante, probablemente por el escriba del harén. Pero a mediados de la década de 1530, o incluso antes, Hurrem ya escribía sus propias cartas al sultán. Al igual que las anteriores, la mayor parte de estas cartas incluyen expresiones de añoranza, buenos deseos e información sobre la familia. También incluyen información importante sobre eventos en la capital y de vital interés para un sultán ausente. Por ejemplo, Hurrem le informó sobre la victoria del almirante Barbarroja en Túnez. También sobre una epidemia que afectó Estambul en 1537.

Hay cierto paralelismo entre las carreras de Hurrem e Ibrahim. Ambos adquirieron un alto estatus sin precedentes, que dependía solamente del favor del sultán. A partir de 1523, ambos adquirieron un monopolio del poder en sus respectivas esferas, apenas tres años después del ascenso de Solimán. Podemos especular que el joven gobernante pretendía escapar de las viejas restricciones, además, demostrar su voluntad implacable. La creencia popular es señalar a Hurrem como la culpable de la caída de Ibrahim. Sin embargo, la ejecución del gran visir pudo haber sido necesaria para restaurar los límites del poder. Además, es probable que otras consideraciones contribuyeran a la caída de Ibrahim. Dos años antes de su muerte, el embajador De´Ludovici describió el descuido del ejército y la administración por parte del gran visir.

Comenzaban a percibirse cambios significativos en la orientación del gobierno. En 1537, un año después de la muerte de Ibrahim, hubo un mayor énfasis en la piedad musulmana. Solimán comenzó la remodelación de Jerusalén, la tercera ciudad sagrada del Islam. Ebussuud Efendi, jurista que adaptó el derecho consuetudinario con la sharia, adquirió el cargo de presidente del Tribunal Supremo de Rumelia. A finales de la década de 1530, se habían completado las grandes conquistas. El ejército otomano continuó con las campañas, pero ahora la actividad militar estaba enfocada en mantener las fronteras que en extenderlas. Solimán es recordado también como "el legislador". Los nuevos énfasis para su gobierno requerían diferentes habilidades en el gran visir.

Rustem Pasha, figura dominante de la segunda mitad del reinado de Solimán, ya gozaba del favor del sultán desde antes de su nombramiento como gran visir. En 1539, Rustem se casó con la hija del sultán, Mihrimah. Aunque la influencia de Rustem se mantuvo consistente debido a su matrimonio con la sultana Mihrimah, no llegó a convertirse en un íntimo del sultán, a pesar de los esfuerzos de Hurrem y su hija. Sin embargo, los embajadores coincidian en que Rustem ejercía una autoridad tan grande como la de Ibrahim. El sultán le permitió más poder a Rustem, ya que este llenaba su tesoro en lugar de vaciarlo.

Complejo Haseki Sultan, diseñado por el arquitecto Sinan

La sultana Hurrem fue conocida por sus espléndidos proyectos de construcción en Estambul y otras ciudades importantes. Mandó construir el complejo de Haseki Hurrem, con el arquitecto imperial Sinan a cargo. También financió la construcción de comedores de beneficencia en Jerusalén y en La Meca. 


Tributo a Roxelana (1997)
en una estampa ucraniana 

Roxelana posee un estatus elevado en la historia polaca y ucraniana. Después de todo, ella también formó parte de un acontecimiento histórico de gran importancia para estas regiones: el comercio de esclavos entre tártaros y turcos. Entre los siglos XV y XVI, el comercio otomano de esclavos se intensificó. Algunas de las incursiones más devastadoras ocurrieron entre 1498 y 1500, cuando los tártaros asolaron Galicia y se llevaron 150.000 cautivos. En general, entre el siglo XV y la primera mitad del siglo XVII, alrededor de 2.5 millones de ucranianos fueron secuestrados y vendidos como esclavos. Considerando este contexto, Roxelana fue parte de esta tragedia, pero llegó a una posición en la que podía aliviar la suerte de sus compatriotas capturados. Se cree que Roxelana facilitó las relaciones del Imperio otomano con Polonia (que en ese entonces tenía bajo su dominio el oeste de Ucrania). Las treguas de 1525 y 1528, así como los tratados de "paz eterna" de 1533 y 1553, se atribuyen con frecuencia a influencia. Estos acuerdos permitieron a Polonia una influencia significativa en la devolución de cautivos.

Carta de Hurrem dirigida al rey Segismundo II en 1549

No se sabe con exactitud el papel desempeñado por Hurrem en la prevención del comercio de esclavos en su tierra natal. Sabemos a través de Piotr Opalinski, embajador de Polonia en la corte otomana, que el sultán prohibió al Khan de Crimea molestar tierras polacas, a petición de la sultana Hurrem. Si bien es cierto que el Imperio otomano y Polonia tenían en común una política anti-Habsburgo, llama la atención que Solimán mantuviera relaciones tan cordiales con un país cristiano. Es evidente que Polonia tuvo un lugar privilegiado en la diplomacia otomana. De hecho, las embajadas polacas eran las más frecuentes en la corte de Solimán y uno de los temas más importantes era el regreso de los cautivos. Existen dos cartas de Roxelana al rey Segismundo II. En la segunda, expresa su alegría al saber que el rey goza de buena salud y hace referencia a los sentimientos paternales del sultán. Además, le asegura su voluntad de defender sus intereses ante Solimán. En una carta de 1551, el sultán cuenta al Segismundo II que el embajador polaco ha visto a "tu hermana y mi esposa". Esta frase sugiere una cálida amistad entre Roxelana y el rey de Polonia. Incluso hubo rumores de que la sultana era una hija ilegítima del rey Segismundo I, por lo tanto, media hermana del mismo Segismundo II. Claro que este rumor forma parte de la leyenda en torno a los orígenes de Roxelana, un intento de adjudicar un linaje real a la esclava convertida en sultana.


Últimos años

Aunque no hay pruebas de la participación directa de Hurrem o Mihrimah en la caída de Mustafa, fuentes otomanas y extranjeras indican que se creía que ambas (junto con Rustem) habían conspirado para eliminar a Mustafa y asegurar el trono para un hijo de Hurrem. Dada la naturaleza del sistema de sucesión, el ascenso de Mustafa al trono traería como consecuencia la ejecución de todos los hijos varones de Hurrem.

Miniatura del Şehzade
Mustafa

¿A quién prefería Solimán como heredero? Es una cuestión difícil de responder, ya que las evidencias al respecto resultan contradictorias. Mientras que algunas señalan a Mustafa como el preferido, otras afirman que el sultán favorecía a los hijos de Hurrem, específicamente al mayor, Mehmed. En 1542, Mehmed fue enviado a Manisa, hasta entonces la provincia de Mustafa, quien fue trasladado a Amasya. Si bien Manisa era la provincia más cercana a Estambul (lo cual daba ventaja en caso de viajar a la capital para asumir el trono a la muerte del sultán), Amasya era un puesto de mayor importancia militar y política. Por otro lado, el objetivo de trasladar a Mustafa también pudo haber sido que el gran visir, ubicado en Anatolia, lo vigilará más de cerca durante la ausencia de Solimán (iba en camino hacia Hungría). 

Mehmed falleció en 1543, probablemente de viruela. El dolor del sultán por la muerte de su hijo quedó simbolizado en una lujosa mezquita que construyó en memoria de Mehmed, en Estambul. Nuevamente, hubo una ruptura con la tradición; hasta el reinado de Solimán, los príncipes eran enterrados en Bursa. 

Después de la muerte de Mehmed, la victoria de Mustafa como heredero parecía inevitable. Según una conversación relatada por Navagero, el mismo sultán reconocía la alta probabilidad de éxito de su primogénito, cuando Cihangir comentó que su deformidad física le permitiría escapar del tradicional fratricidio, Solimán respondió "hijo mío, Mustafa se convertirá en sultán y los privará de toda su vida".

La ejecución de Mustafa es un tema controversial, incluso en la biografía de Hurrem. Si bien la participación de Rustem Pasha fue fundamental, la caída de Mustafa no fue simplemente resultado de una conspiración partidista. Esa tensión entre Solimán y sus hijos no era un hecho sin precedentes. Y el ejemplo más cercano lo encontramos en el padre y el abuelo de Solimán. Bayaceto II, a sus sesenta y cuatro años, fue destronado por su hijo Selim en 1512. Cuando el sultán derrocado se dirigía a su lugar de retiro, murió en el camino, posiblemente envenenado por agentes de Selim. Este último ordenó las ejecuciones de sus hermanos y sobrinos y, posteriormente, las de sus propios hijos, a fin de facilitar el acceso al trono de su hijo Solimán.

A los casi sesenta años de Solimán, la perspectiva de que Mustafa destronará a su padre no era inverosímil. Derrocar a un padre podía considerarse un acto justificado si los intereses de la Casa de Osman lo requerían. Pero incluso tomando en cuenta todo lo anterior, en su momento, Hurrem y Rustem fueron ampliamente percibidos como responsables. 

Si Hurrem intentó eliminar a Mustafa, era lo que se esperaba de la madre de un príncipe que protege a su hijo. Mahidevran también protegió los intereses de su hijo. Sin embargo, mientras que ella es elogiada por sus esfuerzos, Hurrem es villanizada. Por supuesto, Hurrem y Mahidevran no estaban en igualdad de circunstancias. La primera era la haseki, la primera mujer del imperio.

Mausoleo de Hurrem, cerca de la Mezquita de Solimán

Entre 1553 y 1554, cuando la sultana ya tenía cincuenta años, los embajadores aún hacían mención del gran afecto de Solimán por su esposa. Hurrem murió en abril de 1558.

"Languidezco en la montaña del pesar / donde suspiro y gimo día y noche / preguntándome qué destino me aguarda / ahora que mi amada se ha ido"



Fuentes:

Peirce, Leslie P. (1993) The Imperial Harem: Women and Sovereignty in the Ottoman Empire. Oxford. Disponible: https://archive.org/details/imperialharemwom00peir/mode/2up 

Yermolenko, Galina (2005) Roxolana: "The Greatest Empress of the East", volume 95, The Muslim World. Disponible: https://www.uio.no/studier/emner/hf/iakh/HIS1300/v09/pensumlister/swproxy.pdf

Lewis, Robert (2022) Roxelana, Enciclopedia Britannica https://www.britannica.com/biography/Roxelana

28 mar 2022

Barbara Radziwill, reina de Polonia


Primeros años
Nació un 6 de diciembre. No sé tiene certeza de su año de nacimiento, aunque se sabe que fue entre 1520 y 1523. Era hija de Jerzy Radziwill, hetman de Lituania, y Bárbara Kolanka, hija del vaivoda de Podolia. La familia Radziwiłł descendía de Kristinas Astikas, un noble lituano mencionado en 1385, al servicio del duque Vytautas. Su hijo, Radvila, fue quien convirtió su nombre de pila en el apellido de la familia.

Bárbara Radziwill tenía dos hermanos mayores: Mikołaj "el Rojo" y Ana. Jerzy Radziwiłł mantuvo conversaciones con magnates lituanos con tal de procurar matrimonios favorables para sus hijas. En un principio, Ana estuvo comprometida con Stanisław Gasztołd, pero este rompió el compromiso, probablemente debido a los rumores de que Ana tenía hijos ilegítimos. En 1536, Jerzy le ofreció la mano de Bárbara y Stanisław aceptó. 

Primer matrimonio
El 18 de mayo de 1537, tuvo lugar el acuerdo matrimonial. Bárbara llegó al castillo de su marido en un carro jalado por 24 caballos. El matrimonio no tuvo éxito, pues en los cincos años que duró, no lograron tener descendencia. Desde ese entonces, se acusaba a Bárbara de tener comportamiento desenfrenado, algo que también se señaló en su madre y su hermana. En un futuro, cuando ya era esposa de Segismundo II, sería llamada "ramera" por el obispo Stanisław Orzechowski. 

Stanisław murió el 18 de diciembre de 1542. Después de la muerte de su esposo, Bárbara regresó a la residencia de su familia, en Vilna. La situación de su herencia era complicada, siendo una viuda sin hijos. El 15 de junio de 1543, Segismundo I transfirió la propiedad de Gasztołd a su hijo Segismundo Augusto.

Romance

Bárbara y Segismundo Augusto se conocieron en octubre de 1543, durante la estancia de este en Lituania. Apenas habían transcurrido cinco meses desde la boda del joven Segismundo con Isabel de Habsburgo. Su viaje pudo haber sido instigado por su madre, la reina Bona de Sforza, con el fin de alejarlo de su esposa. Bona no simpatizaba con los Habsburgo y se opuso al matrimonio. Segismundo tampoco parecía insatisfecho con aquella separación; encontraba poco atractiva a Isabel, una joven tímida que padecía ataques de epilepsia. 


Hasta mediados del año siguiente (23 de julio de 1544), Segismundo estuvo permanentemente en el Gran Ducado de Lituania. En otoño de 1544 se presentó en Vilna en compañía de Isabel, a quien no veía desde hace un año. Se mostró respetuoso con su esposa, pues era consciente de la presencia de agentes de la corte de los Habsburgo. Aun así, circulaban los rumores sobre su amorío con Bárbara.

El amor de Bárbara Radziwill y Segismundo Augusto se caracterizó por una gran pasión. Después de todo, ambos tenían un temperamento sexual. Aunque las habladurías sobre Bárbara podrían ser exageradas (se le adjudicaban 36 amantes), se trataba de una mujer con una vida erótica exuberante. Era un secreto a voces que Segismundo la visitaba a través de pasadizo que conectaba con la casa de los Radziwiłł, o bien, se encontraba con ella en el pabellón de caza.

En junio de 1545, Isabel murió debido a sus ataques epilépticos. Tras la muerte de Isabel, Bárbara y Segismundo se reunieron con más frecuencia. A lo largo de la segunda mitad de 1545 y durante todo el año siguiente, acudían juntos a fiestas y cacerías. 

Es probable que la etapa más activa de Segismundo fuera durante su relación con Bárbara. Durante los primeros años de su gobierno en el Gran Ducado de Lituania, demostró ser un soberano competente en economía, tesorería, derecho y administración. Vilna se elevó al nivel de una ciudad europea. 

¿Cómo era Barbara Radziwill?
Bárbara era alta para su época (160 cm), de cuerpo esbelto y bien formado. Rostro ovalado, tez clara y grandes ojos oscuros. Incluso sus detractores reconocieron que era una mujer hermosa. Le encantaba la moda y las joyas, especialmente las perlas. En 1914, se descubrió correspondencia de la reina Isabel I, en el Museo Británico de Londres, en la que instruye a sus agentes en Polonia para que le compraran las perlas de la reina Bárbara. Daba gran importancia a su apariencia personal. Utilizaba blanqueadoras faciales, resaltaba sus cejas y pómulos con cosméticos y cuidaba su cabello.

Tenía una personalidad espontánea, franca y afectuosa. Las cartas que se conservan de ella demuestran que le importaba más el amor de Segismundo que la corona; no soportaba estar separada de su amado. En sus cartas a Segismundo, ella se muestra humilde, preocupada por su salid y le pedía que no la olvidará. Una característica notable de las cartas de Bárbara es la poca atención a sí misma. Incluso cuando le contó a su hermano sobre su grave enfermedad, dedicó unas pocas líneas a esto. El contenido de sus cartas revela su preocupación por ayudar a su familia. Amaba tanto a su esposo como a su hermano y buscaba una comunicación armoniosa entre ellos.

Como reina, introducir costumbres más relajadas en la corte. Curiosamente, era muy distinta a su suegra, pues Bona era dominante e intervenía en la política. En cambio, Bárbara era dócil y se mantuvo alejada de los asuntos de Estado. 

Matrimonio

Se ha especulado que Segismundo Augusto se vio forzado a casarse con Bárbara. Según la Crónica de Lituania, de fuente anónima, durante una cita secreta, los amantes fueron descubiertos por el hermano y el primo de Bárbara, Mikołaj "el Rojo" y Mikołaj "el Negro", quienes de inmediato llamaron a un sacerdote para que los casará. Es poco probable que el joven Segismundo cediera a algún tipo de presión. Además, considerando todo el esfuerzo que realizó para el reconocimiento de dicho matrimonio, es difícil creer que hubiese sido obligado. 

Aunque, hay una circunstancia que pudo haber impulsado aquella boda en secreto: un posible embarazo. Cuando el primo de Bárbara, Mikołaj, fue enviado a Polonia para informar a los reyes sobre la boda, Segismundo le indicó que debía señalar 1545 como la fecha del matrimonio, no agosto de 1547. De esta forma, en caso de dar a luz a un niño, su legitimidad quedaría a salvo.

Como era de esperar, Segismundo I y Bona desaprobaron la unión. Se esperaba que el joven contrajera un matrimonio políticamente ventajoso; la reina Bona tenía planes de casar a su hijo con Ana Sofía, hija del duque Alberto de Prusia. Bárbara no pertenecía a una dinastía real, sino a una familia lituana muy impopular en Polonia (ni siquiera en el Gran Ducado de Lituania tenían muchos seguidores). Además, los rumores sobre la conducta de Bárbara resonaban en la corte polaca, así como el hecho de que no había logrado concebir durante los cinco años de su primer matrimonio. Y la fertilidad era un aspecto fundamental para una consorte real. 
El mismo Segismundo Augusto tuvo que viajar a Polonia e informar sobre su decisión. Bárbara fue enviada a una finca de su familia, donde estaría bajo el cuidado de su madre. Durante el viaje, tuvo un aborto.


Reina de Polonia

Durante un Sejm, celebrado entre diciembre de ese año y febrero de 1548, el joven Segismundo tuvo que enfrentarse a sus padres y a la nobleza polaca. La reina Bona fue una firme opositora; estaba convencida de que ese matrimonio debilitaría la posición de la dinastía. Desconfiaba de los Radziwiłłs, quienes apoyaban la separación de Lituania del reino de Polonia. Segismundo I murió en abril de 1548.

Aunque Segismundo Augusto optó por no mantener informada a Bárbara sobre la oposición que se había desatado tras la noticia de su boda, ella estaba depresiva, condición que pudo estar asociada a su aborto. Su esposo le enviaba cisnes, entre otros obsequios costosos. Bárbara tuvo otro embarazo durante la primavera de 1548 que también culminó en aborto. Después de una separación de cinco meses, la pareja se reunió en octubre de 1548.

Se desató una histeria ante el matrimonio del ahora rey de Polonia. Le pidieron que dejará de lado esa unión nociva, convencidos de que era deber del rey renunciar a sus deseos personales. Incluso hubo senadores que caían de rodillas ante el rey, rogándole que cumpliera con sus demandas. La nobleza estaba dispuesta a contribuir con impuestos para la manutención de Bárbara, con tal de que se mantuviera lejos del monarca. La mayoría apoyaba la anulación del matrimonio. Segismundo se mantuvo firme en su decisión y amenazó con la abdicación, considerando que el matrimonio con Bárbara era más valioso que el trono de Polonia.

El 13 de febrero de 1549, Bárbara acompañó a su esposo a Wawel. La reina Bona, reconociendo su derrota, se alejó de la corte con sus hijas. Al año siguiente, el 7 de diciembre, Bárbara fue coronada en Cracovia, a manos del arzobispo de Gniezno. Su predecesora, Isabel de Habsburgo, sabía que no debía mostrar debilidad corporal durante el rito. El gran peso de las insignias reales era un tema delicado, ya que las reinas debían participar en la misa posterior a su coronación. Pero Bárbara, además, ya estaba muy enferma.


Una vez que entraban a la catedral de Wawel, las reinas polacas se sentaban junto con sus maridos en el estrado. Mientras se cantaba Gloria in excelsis Deo, el rey y la reina se acercaban al altar, donde el arzobispo los casaba; después, la pareja regresaba a sus asientos. La única excepción a esta regla en el siglo XVI fue Bárbara Radzwiłł, quien ya estaba casada con el rey. Fue ungida por el arzobispo en la cabeza, pecho y hombro.

Como ya se ha mencionado, era una mujer relajada y su esposo parecía aceptar eso; no le exigió que se adaptará al ceremonial cortesano. A pesar de que se esperaba que una consorte real se mantuviera alejada de sus familiares, la reina Bárbara mantuvo cerca a los suyos y el mismo Segismundo le proporcionaba la compañía de algún pariente. Ansiosa por cumplir con las esperanzas del rey, Bárbara se sometió a tratamientos para la infertilidad.


Muerte

Bárbara ya presentaba dolencias en las semanas previas a su coronación. Jadwiga Mandera y Aniela Tajner señalan la dificultad con la que Bárbara soportó el largo rito, pues presentaba hinchazón en las piernas. Según palabras del mismo rey, presentaba "una enorme úlcera en la vagina". 

Al enterarse de la enfermedad de Bárbara, Bona intentó reparar la relación con su hijo y reconoció a su nuera como reina, pero este gesto no fue de mucha ayuda. Segismundo estuvo dedicado a su esposa moribunda y no se separó de ella, a pesar del mal olor que desprendía. La reina murió el 8 de mayo de 1551.


La muerte de Bárbara fue prematura e inesperada, probablemente debido a cáncer. En la época hubo otras conjeturas; una posible enfermedad venérea, envenenamiento por parte de la reina Bona o incluso el uso de tratamientos para la infertilidad. Segismundo cumplió con la última voluntad de su amada esposa de transportar el ataúd a Vilna. Fue enterrada con un vestido de raso negro, una corona y un cetro. En una de las placas del ataúd, Segismundo ordenó colocar la siguiente inscripción: "Murió prematuramente, pero si hubiera sido en su vejez, Augusto habría dicho que había muerto prematuramente".


Segismundo Augusto se casó dos años después con la hermana de su primera esposa, Catalina de Habsburgo, pero seguía desconsolado por la muerte de su amada Bárbara. Segismundo recurrió a la alquimia y al conocimiento popular de la época. Cracovia, donde el rey pasaría la mayor parte del tiempo, era un importante centro de ciencia oculta. Este caso fue descrito varias décadas después por el médico real de la familia Vasa, Joachim Possel; afirmó que Segismundo estaba tan enamorado de Bárbara que "una vez que ella se fue, se esforzó por volver a verla". Para ello, contrató a "expertos en nigromancia", a los que prometió una gran recompensa por convocar al fantasma de Bárbara. No sorprende que uno de los hombres deseosos de cumplir el deseo del rey fuera el propio Twardowski. Lo más probable es que la sesión tuviera lugar en la noche del 7 de enero de 1569, en el castillo de Varsovia, y organizada por los funcionarios Mikołaj y Jerzy Mniszech. Obviamente, todo el esfuerzo fue una trampa, cuyo propósito era obtener tanto dinero como fuera posible del monarca.


Para el "hechizo", se utilizó a una chica que vivía en un monasterio, hija del comerciante Jan Giza. Tenía un parecido sorprendente con la difunta reina Bárbara, e incluso tenían el mismo nombre. Se decía que el fantasma de la reina saldría de un espejo que Twardowski trajo consigo. Según el informe realizo por el médico de los Vasa: "Twardowski logró convencer al rey de que se quedara quieto en la silla y permaneciera en completo silencio; de haberlo hecho de otra manera, su vida y su alma habrían estado en peligro. Una vez que ella [la aparición] apareció, se desarrolló una escena lamentable y trágica. El rey se habría arrojado a su pecho, deseando un dulce abrazo, si no hubiera sido por Twardowski, quien arrastró al rey y lo retuvo en su silla hasta que el fantasma desapareció". Esa fue la única sesión. Sin embargo, Bárbara Giza se convirtió en amante real y dio a luz a una presunta hija del monarca, Bárbara Woroniecka. El espejo utilizado en la sesión se ha conservado hasta la actualidad y puede encontrarse en la basílica de Węgrów.

La historia de Bárbara y Segismundo II es proyectada en la ficción polaca del siglo XIX como una tragedia romántica con fuertes connotaciones patrióticas, en la que Bona de Sforza representa el mal extranjero.


Fuentes:
Fesser Dominika. (2015). Współczesna legenda Barbary Radziwiłłówny W: M. Jarczykowa, B. Mazurkowa, S. Dąbrowski (red.), “Świat bliski i świat daleki w staropolskich przestrzeniach” (s. 267-284). Katowice: Wydawnictwo Uniwersytetu Śląskiego, disponible: https://core.ac.uk/download/pdf/197743948.pdf

Odrzywolska-Kidawa, Anna (2020) "Nieprzyzwoite małżeństwo" Zygmunta Augusta i Barbary Radziwiłłówny w opinii im współczesnych, disponible: https://www.researchgate.net/publication/347514176_Nieprzyzwoite_malzenstwo_Zygmunta_Augusta_i_Barbary_Radziwillowny_w_opinii_im_wspolczesnych

Raimonda Ragauskienė (1999) Barbora Radvilaitė, Vilnius: Vaga, p. 96–112. Disponible: http://www.xn--altiniai-4wb.info/files/literatura/LD00/Raimonda_Ragauskien%C4%97._Barboros_Radvilait%C4%97s_korespondencija.LD0000.pdf  

Skrzypietz, Aleksandra (2021) Queens Within Networks of Family and Court Connections, disponible: https://books.google.es/books?id=4ZpOEAAAQBAJ&lpg=PP1&hl=es&pg=PP1#v=onepage&q&f=false

Teler, Marek (2015) "Zanim Barbara Radziwiłłówna poznała Zygmunta", disponible: https://histmag.org/zanim-barbara-radziwillowna-poznala-zygmunta-12352

Kijewska, Kinga (2021) Castles Legends: Castles in Poland, disponible: https://books.google.com.mx/books?id=svo1EAAAQBAJ&lpg=PP1&pg=PP1#v=onepage&q&f=false

Kosior, K. (2017). Becoming a Queen in Early Modern Europe. Disponible: https://www.semanticscholar.org/paper/Becoming-a-Queen-in-Early-Modern-Europe-Kosior/e6c6974e91b520aa4a539ddd2853ae7bf7d80da6#citing-papers

Nowakowska, Natalia (2018) Remembering the Jagiellonians, disponible: https://books.google.com.mx/books?id=giBtDwAAQBAJ&lpg=PP1&pg=PP1#v=onepage&q&f=false

Widacka, Hanna (2007) "Perły królowej Barbary Radziwiłłówny", disponible: https://www.wilanow-palac.pl/perly_krolowej_barbary_radziwillowny.html