27 ene 2020

Reseña: Mujercitas (2019)

AVISO DE SPOILERS 


A finales de diciembre se estrenó una adaptación del clásico "Mujercitas", bajo la dirección de Greta Gerwig. A México ha llegado hasta el 24 de enero. Hoy tuve oportunidad de verla y debo decir que no es lo que esperaba.

El principal defecto de esta película es la analepsis (o flashback), que da como resultado una narración desordenada e intrincada. Y no es que la técnica en sí sea mala; un ejemplo donde resulta favorable es la película The Remains of the Day (1993). En el caso de Mujercitas, esa mezcla de escenas del pasado y presente desconectan por completo de la trama. Un ejemplo: vemos a Meg bailando con Laurie en una fiesta de los Moffat, cuando, de repente, se interrumpe la escena y ya estamos viendo a una Meg adulta hablando con su esposo sobre una tela que compró. Y aquella experiencia que tuvo Meg en su adolescencia (conocida en el libro como  el capítulo 9 "Meg visita la feria de las vanidades") no se vuelve a mencionar. Otro ejemplo es la trama respecto a la enfermedad de Beth. Recuerdo la incertidumbre que sentí cuando leí el capítulo en el que Beth contrae la escarlatina; "¿morirá tan joven o vivirá para volver a ver a su padre?" era lo que pensaba conforme leía el capítulo titulado "Días oscuros". En esta película se pierde ese sentimiento de conmoción, ya que desde el principio nos damos cuenta de que Beth sí llegó a la edad adulta. De hecho, el libro trata sobre el proceso de crecimiento de las March, esta idea del "peregrino" se menciona varias veces, representando el camino de las hermanas hacia la adultez. Ese mensaje se pierde por completo en esta película.


La trama pierde continuidad constantemente debido a esos saltos temporales innecesarios. Da la impresión de que quisieron meter todo el libro en la película, pues hay un montón de escenas forzadas y apresuradas. Esto provoca que la película pierda esa emotividad que caracteriza al libro y que la adaptación de 1994 sí supo captar. Es un error pensar que se puede condensar todo un libro en una película de dos horas. Es preferible elegir pocas escenas, pero que sean relevantes y bien recreadas.

Uno de los principales elementos del libro es la estrecha relación de las March. En esta película, ninguna de las hermanas logra transmitir ese sentimiento de amor fraterno. No se percibe la conexión entre Jo y Beth. Marmee, un personaje importante en el libro, tampoco destaca mucho; podríamos prescindir de ella en esta adaptación y no habría mucha diferencia. 

Debo admitir que, al principio, las actuaciones de las protagonistas me parecieron sosas. Pero, después me di cuenta de que las actrices hacían lo que podían con ese cúmulo de escenas aceleradas que no transmiten mucho. Saoirse Ronan destaca por su papel de Josephine March y logra reflejar el ímpetu de dicho personaje. Emma Watson ofrece una actuación correcta como Meg; muchos dirán que su personaje no es precisamente un reto, pero creo que logra plasmar la dulzura de la primogénita March. No puedo decir mucho de Eliza Scanlen como Beth, ya que aparece poco en comparación con las demás. En su papel de niña parece convincente, mas no como adulta. Su personaje muere en la veintena, pero para este punto de la historia, Scanlen sigue pareciendo una niña. Y con Florence Pugh ocurre lo contrario; no convence para nada como una pequeña de 12 años, aunque, como adulta hace un buen trabajo. 


En conclusión, debo reconocer que es una película con una buena producción, a pesar de que esperaba más. Un punto a favor es que nos presenta otra perspectiva sobre el personaje de Amy y que intenta mezclar un poco de la biografía de Louisa May Alcott con el personaje de Jo. Pero, aparte de eso, no ofrece nada nuevo. El flashback provoca que se pierda el hilo; definitivamente, no era la técnica ideal para esta película. El reparto es adecuado, con uno que otro actor desaprovechado, y que pudo funcionar de maravilla de haber tenido un mejor desarrollo de la historia. 


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